La crisis del covid-19 y las nuevas medidas impulsadas por el Brexit son las principales consecuencias

Largas colas en las gasolineras británicas y el cierre temporal de diversas estaciones de servicio BP por dificultades en la llegada de combustible su red de estaciones ha hecho saltar todas las alarmas del país. La Asociación de Minoristas de Gasolinera (P.R.A, por sus siglas en inglés) apunta que se ha disparado la demanda hasta un 500% respecto la semana pasada.

A pesar de los datos evidentes, el secretario de transporte del Gobierno, Grant Shapps, afirma que hay “mucho” combustible disponible. «No hay escasez de combustible en el país. Lo más importante es que la gente siga actuando como siempre, y llene el depósito de sus coches cuando suele hacerlo, sin pensar mejor lo lleno ahora, no vaya a ser que lo necesite para la próxima semana o la siguiente explica.

El motivo principal de esta crisis es la escasez de trabajadores del sector derivado de la política de trabas a la entrada de mano de obra europea. Por lo general, el sector del transporte y la logística está cubierto por personal migrante europeo, pero la reciente salida de la comunidad europea del país ha obligado a disminuir el número de transportistas.

Según la Asociación de Transporte por Carretera británica (RHA, en inglés) existe un déficit de 100.000 transportistas, por lo que el gobierno ya trabaja en la concesión de hasta 5000 visados de trabajo temporal a transportistas extranjeros para conseguir conductores suficientes para llevar el combustible, a pesar de que las patronales vean insuficiente esta cantidad y con poca solvencia a largo plazo.

Para resolver el problema lo antes posible el gobierno baraja la posibilidad de recurrir al ejército para suplir una ausencia de camioneros derivada de esta problemática.